Presentación del libro
Actualmente trabajo en un colegio británico, en una clase de 1º de Educación Primaria y conocí este libro porque la tutora de inglés lo eligió para leerlo una tarde en clase. Fue una lectura que todos disfrutamos, la historia, las palabras y las ilustraciones nos encantaron, y lo mejor fue lo que vino después: la tutora trató de usar este libro de forma paraliteraria, tratando de mostrarles que el libro tenía una moraleja, que si hacen algo que está mal deben decírselo a algún adulto o les pasará como a Emma y acabarán teniendo pesadillas… Algunos niños aceptaron la enseñanza y estuvieron de acuerdo, mientras que otros respondieron con comentarios que mostraban que se habían identificado con Emma (“yo una vez comí comida de mis peces y pensaba que iba a nadar mejor en la piscina”), o que habían comprendido la historia (“cuando tengo sueños malos voy a la cama de mamá y me siento mejor”), en definitiva, que habían tenido una auténtica experiencia literaria con el libro. Esta vivencia en el aula me animó a escoger este libro para mi primera tarea en esta asignatura, ya que me pareció un ejemplo perfecto de cómo una obra literaria para niños puede ser transformada en paraliteraria, y plantearme cómo la utilizaría yo de forma auténticamente literaria en el aula el día que yo sea la tutora. Compré la versión en español y, después de disfrutar con su lectura en compañía de un sobrino, me puse a analizarlo para esta asignatura.
La autora e ilustradora de este libro infantil es Helen Sonia Cooper. Nació en Londres en 1963, y publicó su primer libro (Kit and the Magic Kite) en 1987. Desde entonces ha publicado 16 libros, el último en 2017, muchos de los cuales han sido traducidos hasta en 26 lenguas. Ha sido premiada dos veces con el premio “Kate Greenaway Medal” del Chartered Institute of Library and Information Professionals (CILIP), que reconoce al mejor libro infantil ilustrado escrito por un autor británico. En 1996 ganó con “El niño que no quería ir a dormir” (The Boy Who Wouldn't Go To Bed), y en 1998 con “Sopa de calabaza” (Pumpkin Soup), ambos escritos e ilustrados por ella como proyectos consecutivos. Además, ha quedado finalista para el mismo premio con otras dos obras: en 1993 con “Hay un oso en el cuarto oscuro” (The Bear Under the Stairs), y en 2001 con “¿Dónde está Tatty Ratty?” (Tatty Ratty). Su única novela publicada es “Sandmare” (2001), ilustrada por su marido Ted Dewan. Actualmente viven, junto a su hija, en Oxford y además de escribir e ilustrar libros infantiles, Helen disfruta tocando el piano, que fue su carrera anterior.
Este libro es una de sus creaciones más recientes, y ha recibido muy buenas acogida por parte de los lectores, tanto en inglés (https://www.goodreads.com) como en español (https://www.casadellibro.com), y muy buenas críticas por parte de los profesionales (www.canallector.com o www.lovereading4kids.co.uk).
Ficha bibliográfica
Título: Galleta para perros.
Autora e ilustradora: Helen Cooper.
Traductora: Teresa Farran.
Editorial: Juventud S. A. (Barcelona).
Fecha 1ª edición: 2008.
Curso en el que me baso para realizar este análisis: 1º de Educación Primaria.
Formato:
El libro es muy manejable para niños de 1º de Primaria (6-7 años), ya que su tamaño y las tapas duras hacen que sea fácilmente manipulado por ellos. La portada es muy llamativa y colorida, y la tipografía que aparece en ella es especialmente legible y grande. Por eso considero que es adecuada para un niño o niña de esa edad, ya que a esta edad (y creo que a cualquiera) el que la portada sea seductora es muy importante para que se sientan atraídos e interesados por el libro, y además ya son capaces de leer palabras e incluso frases sencillas, por lo que el título es totalmente legible para ellos.
En las páginas interiores del libro la tipografía es muy clara (definida, redondeada, en tamaño grande, con espacio suficiente entre los caracteres, las palabras y las líneas…), lo que facilita enormemente su percepción visual, sobretodo en el caso de niños de 1º de Primaria.
Ésta se combina con tipografías especiales en algunos casos, en los que a pesar de ser diferentes también son muy legibles y atractivas para los niños de esta edad. Considero que estas tipografías son adecuadas para niños de 1º de Primaria, ya que podrían leer los textos de forma autónoma (aunque disfruten de su lectura por parte de un adulto y algunas palabras sean complicadas o desconocidas para ellos a esta edad).
Finalmente, las ilustraciones de este libro complementan perfectamente el texto. Como plantea Cubells (s.f.), este tipo de ilustraciones refuerzan la comprensión de lo leído al estar perfectamente sincronizadas con el texto. Así, ayudan a evocar lo que la protagonista está viviendo y sintiendo, facilitando la “pre-percepción de la situación que ayudo a adivinar con las palabras y las hace más accesibles” [Kerguéno (1988)]. Esto supone que sean particularmente adecuadas para niños que están empezando a leer de forma autónoma y recurren “constantemente a la ilustración para verificar su comprensión de lo que ha leído” [Centro de Orientación de Lectura (s.f.)].
Las ilustraciones se dividen claramente en 2 tipos: realistas y oníricas (aunque muy claras). Las primeras tienen el fondo claro o con colores brillantes, mientras que las segundas aparecen sobre fondo negro y con los textos en colores brillantes, lo que denota claramente el paso de una realidad a otra, la oscuridad de la noche es el fondo sobre el que se proyecta el sueño.
Contenido
Temas
El tema principal de este libro es el miedo irracional que pueden experimentar los niños y cómo éste les puede abrumar. Los niños de 1º de Primaria suelen experimentar miedos irracionales con cierta frecuencia, y éstos les pueden generar bastante inquietud, por lo que considero que este libro es perfecto para esta edad. Según el Centro de Orientación de Lectura (años 90), los niños de 5 a 7 años se encuentran en la etapa pensamiento intuitivo, por lo que tienen “una vida imaginativa rica y abundante, que le ayuda a entender lo real” pero también experimentan “terrores personales que son normales”. Esta imaginación y la inquietud que puede generar no son algo propio de esta edad, ya que están presentes a lo largo de nuestra vida (¡Incluso como adultos!), sin embargo, y como bien apunta Santrock (2006: 352), es en este periodo del desarrollo emocional cuando “los niños se muestran capaces de evaluar con mayor precisión una situación estresante”. Por eso, considero que es el momento prefecto para que los niños sean capaces de reconocer e identificar estas emociones (miedos, angustia) con más precisión, y buscar con ellos una manera de gestionarlas a través de la lectura de este libro.
Otros temas secundarios de esta obra son que el transgredir las normas voluntariamente puede hacerte sentir angustia, o que comprender de forma literal una broma puede conllevar malentendidos. Por un lado, a esta edad según Piaget y Kohlberg los niños poseen una moralidad heterónoma, lo que les lleva a basar sus decisiones morales en el miedo al castigo, en interpretar el bien y el mal de acuerdo a la recompensa y el castigo [Santrock (2006: 354)]. Esto supone que los niños de 1º de Primaria se puedan sentir identificados con el primer tema secundario, ya que al ser conscientes de que han transgredido una norma (en este caso comerse una galleta para perros) esperan angustiados el consecuente castigo (convertirse en perro). Por otro lado, los niños en esta etapa de su desarrollo se encuentran en lo que Cubells (s.f.) denomina etapa imaginativa, durante la cual los temas propuestos han de ser argumentos comprensibles y convenientes (que no deje dudas al niño), y han de evitarse términos abstractos o las palabras equívocas, ya que a pesar de poseer una imaginación muy desarrollada a esta edad aún no se domina el uso del humor, los dobles sentido, etc. Así, es muy frecuente que los niños de esta edad comprendan de forma literal lo que un adulto les dice en broma, lo que suele llevar a malentendido y confusión en el niño. Al ser algo que sucede con frecuencia en los niños de esta edad, sin duda se reconocerán en la experiencia de la protagonista.
Estructura
La estructura de este libro es lineal, que “es la más sencilla y la más apropiada para los pequeños” [Labajo (s.f.: 16)], por lo que es la indicada para niños de 1º de Primaria. El planteamiento de la historia es que una niña aburrida y hambrienta decide comerse una galleta para perros; el nudo es que la protagonista cree que se está transformando en perro por haberse comido la galleta y que por la noche vive una noche de desenfreno perruno; el desenlace es que la niña despierta y a la mañana siguiente confirma que no se ha transformado en perro y que todo fue fruto de una malentendido. De esta forma, este cuento tiene una secuencia narrativa clara, unidireccional, con una trama predecible (si te comes una galleta para perros te conviertes en perro,) aunque con un final sorprendente (no se ha convertido en perro) y feliz (mamá, ella, la señora Ruiz y hasta el perro Coco disfrutan de una galleta para personas). Todas estas características se corresponden con lo que el Centro de Orientación de Lectura (años 90) recomienda como características de la narrativa que mejor se asimilan entre los 5 y 7 años, por lo que este libro sería muy adecuado para niños de 1º de Primaria.
Protagonista
La protagonista de este libro es Emma, una niña de la que no nos especifican la edad, pero que por las ilustraciones y las actividades que realiza (se queda en casa de la vecina, acompaña a su madre a hacer la compra, se baña después de cenar, su padre le lee un cuento en la cama, su madre va a arroparla y la deja dormir en su cama al despertar del sueño/pesadilla) se puede inferir que contará con unos 6 o 7 años como mucho. Además, es una niña que habla poco de forma directa en el libro (apenas un par de frases), pero podemos leer su diálogo interior a lo largo del texto, por lo que podemos ver que cuando habla utiliza unas expresiones que cualquier niño de esa edad utilizaría. Su comportamiento a lo largo de la historia también nos revela que es un poco traviesa (se come la galleta para perros, le pide a la señora Ruiz que le guarde el secreto, durante la cena, el baño y la hora del cuento en la cama se porta mal con Papá, se va de juerga con los perros del barrio…), pero también es obediente (acompaña a Mamá de compras sin quejarse, se baña y se mete en la cama cuando le dicen…) y tiene miedos (cuando piensa que se ha transformado en perro y eso hará infelices a papá y mamá), y hasta puede reírse de sí misma (al día siguiente confirma que todo fue un malentendido y disfruta de la galleta para personas con la Señora Ruiz, Coco y Mamá). Estos comportamientos, formas de expresión y rasgos de personalidad no sólo se corresponden con la psicología de una niña de unos 6 años, sino que además ayudarán enormemente a los receptores de esa edad a identificarse con ella. Así, como plantea Kerguéno (1988: 4), al poder vivir las emociones de la protagonista como propias, el libro se convierte en una buena historia, y en este caso en una historia muy indicada para niños de 1º de Primaria.
Los demás personajes
Los demás personajes de la historia (Mamá, Papá, el bebé, la señora Ruiz, el carnicero, el perro Coco y los otros perros de la jauría) representan roles conocidos para cualquier niño de 1º de Primaria, por lo que este libro sería adecuado para ellos.
Me gustaría detenerme en tres de ellos, ya que son los personajes que aparecen con más relevancia:
Coco, el perro, representa la confirmación de los temores (“yo también era un niño, hasta que me comí una galleta para perro…”) y la tentación de dejarse llevar (“¡Es hora de divertirse!”). Esta simbología también es de sobra conocida por niños de 1º de Primaria, y, como recomienda el Centro de Orientación de Lectura (años 90), están en la edad perfecta para trabajar sus temores personales. Además, el antropomorfismo de Coco (al ser un perro con el que Emma puede hablar) también es uno de los temas favoritos de los niños de 6 a 8 años según Cubells (s.f.), por lo que este personaje es totalmente accesible y adecuado para la edad planteada.
Otro personaje relevante en esta historia es la señora Ruiz, que es la que le dice que se va a convertir en perro por haberse comido la galleta. De esta forma, además de representar un rol conocido por los niños de esta edad (la “cuidadora”), este personaje también es la desencadenante del malentendido, pues le gasta una broma a Emma que ella no comprende. De nuevo, esto es algo que cualquier niño de 1º de Primaria reconoce, pues es casi seguro que alguna vez le haya pasado lo mismo con algún comentario chistoso de un adulto.
Finalmente, me gustaría detenerme en el personaje de la madre: frente a ella, Emma siente que sabe la verdad (que se ha comido una galleta para perros y se está transformando en perro) pero no lo dice, por lo que ella tampoco se lo va a decir. El hecho de que no se lo quiera decir supone que Emma está avergonzada de lo que ha hecho, lo que supone que se encuentra en la fase de desarrollo emocional correspondiente a una niña de 6 años, en la que se desarrolla “una mayor capacidad para entender emociones complejas como el orgullo y la vergüenza” (Kuebli, 1994; citado en Santrock, 2006: 351). Sin embargo, cuando el sueño se convierte en pesadilla y Emma despierta, acude rápidamente a su madre para confesar lo sucedido y buscar su consuelo. De nuevo, esto es una situación con la que cualquier niño de 6 años se puede sentir identificado. Sin embargo, es la reacción de la madre la que es más interesante, ya que de forma muy natural este personaje cumple con las recomendaciones planteadas por Gurwitch, Silovsky, Schultz, Kees, y Burlingarne (2001: 4-11) para ayudar a los niños de esta edad a gestionar el estrés:
- Tranquiliza a Emma y le asegura que está a salvo (“tu hueles como mi pequeña niña”).
- Permite que Emma le cuente lo sucedido y la escucha con paciencia (“No muy bien. Está oscuro.”).
- Comunica a Emma que es normal experimentar esas sensaciones después de un acontecimiento estresante (“Podríamos acurrucarnos como cachorros, ahora las dos en la cama”).
- Ayuda a Emma a entender lo que ha ocurrido (“La señora Ruiz bromeaba. (…) ya nos dirá qué hacer mañana.”).
De esta forma, el personaje de la madre no sólo es reconocible para un niño de 1º de Primaria, sino que además actúa conforme a las recomendaciones de expertos a la hora de ayudar a un niño de esa edad a gestionar el estrés.
Lenguaje
El lenguaje que aparece en este libro es adecuado a la edad de un niño de 1º de Primaria. Por un lado, las frases son cortas, como recomienda el Centro de Orientación de Lectura (años 90) para la etapa de los 5 a los 7 años de edad, ya que en esta etapa de lectura comprensiva los niños utilizan textos cortos y su lectura es silábica y por palabras. En este sentido este libro se adecúa tanto en el vocabulario como en estructuras gramaticales a la edad planteada para los receptores, utilizando “textos claros y construcciones simples”, como invita Cubells (s.f.) para la etapa imaginativa. Sin embargo, aunque el vocabulario es su mayor parte sencillo y conocido para cualquier niño de 6 años, algunos términos (retozar, penumbra, desistir, roer, etc.) pueden ser desconocidos, pero el contexto y los dibujos ayudan enormemente a desentrañar su significado.
El estilo directo del texto, basado en una voz de narrador, algunos diálogos directos (Emma, Mamá, Coco, Papá y la señora Ruiz) y sobretodo en el diálogo interior de la protagonista, son igualmente accesibles para un niño de 6 años. Al encontrarse a esta edad en la etapa imaginativa necesita que haya “Suspense y acción con una narración sencilla y directa” [Cubells (s.f.)], y Cooper lo consigue obviando descripciones del ambiente (las ilustraciones aportan la información necesaria), cuidando la puntuación, y en una extensión breve (apenas 28 páginas, muchas de ellas simplemente o en su mayor parte ilustradas), que permite la lectura de la obra completa en un periodo de tiempo corto. Todas estas características se corresponden con las necesidades de un niño de 1º de Primaria a la hora de sentirse atraído por un relato literario, por lo que este libro es adecuado para esta edad.
Como figuras literarias destacan algunas comparaciones (“¡Es como comer con una manada de perros!”), onomatopeyas (“guaus”), anáforas o repeticiones (“Mamá aún no lo notaba. Emma no se lo contaba.”), y sobretodo el antropomorfismo (Coco es un perro que habla con Emma).
La función poética aparece a lo largo del texto de distintas formas. Este uso del lenguaje cuyo fin es producir una sensación de agrado en el receptor aparece en forma de imágenes evocadoras (“Cuando la luna apareció encima del parque, el quisco se transformó en un gran pastel de carne. Y de las estrellas llovían celestiales salchichas.”), rimas (“… bebieron leche merengada del estanque que la luna iluminaba”), y en la sencillez misma de las narraciones y diálogos. El conjunto de elementos que aparecen en el texto junto con la belleza y detalle de las ilustraciones, fundamentales en un libro para la edad planteada, hacen que este libro sea en sí mismo una obra literaria, que aporta al lector la posibilidad de imaginar qué podría pasar si se comiese una galleta para perros.
Conclusión
Esta obra literaria me ha resultado deliciosa. Primero como oyente, después como lectora y finalmente como futura profesional, este libro me ha resultado fascinante, sin duda lo utilizaré en mis clases algún día y lo regalaré a niños de 1º de Educación Primaria. Creo que esta edad es perfecta para presentarles una obra artística como esta, simplemente para su disfrute personal, para que escuchen, lean, relean y saboreen las palabras, para que miren, observen y se cuelen en las ilustraciones, para que en definitiva les transporte a una realidad en la que ellos podrían ser Emma.
Además, este libro invita a hablar de nuestros miedos, a dialogar sobre la posibilidad de hablar con un adulto de lo que nos preocupa en busca de tranquilidad…y también a disfrutar contándonos quién se comió alguna vez algo que no debía, preguntándonos si sería divertido convertirse en perro por una noche, compartiendo alguno de nuestros sueños o pesadillas… ¡Las posibilidades son muchas!
La última página del libro plantea una de las actividades más divertidas para hacer, especialmente con niños de 1º de Primaria: ¡Una receta de galletas para personas! Aunque como futura docente no veo viable poder cocinar galletas en clase, creo que sería una actividad maravillosa (hablar del libro y lo que nos despierta mientras cocinamos galletas con los niños) para hacer en casa, así que os la dejo como remate a este análisis: ¡Disfrutadlas!
Bibliografía
Centro de Orientación de Lectura. MEC. (años 90). Apuntes características de los cuentos según la edad y etapa del desarrollo lector. Retrieved from https://online.lasallecampus.es/
Cubells, Francisco. (s.f.). Apuntes evolución de los intereses del niño en relación con la literatura. Retrieved from https://online.lasallecampus.es/
Gurwitch, R. H., Silovsky, J. F., Schultz, S., Kees, M., y Burlingarne, B. A. (2001). “Reactions and guidelines for children following trauma/disaster.” En APA Online. Washington D. C., American Psycological Association.
Helen Cooper (illustrator). (Sin fecha). En Wikipedia. Recuperado el 21 de octubre de 2018 en https://en.wikipedia.org/wiki/Helen_Cooper_(illustrator)
Kerguéno, Jacqueline (1988). “Ayudar al niño a convertirse en lector”. En CLIJ: Cuadernos de literatura infantil y juvenil; Año nº 1, Nº 1, págs. 92-97.
Labajo, M. T. (s.f.). Apuntes de Literatura española, literatura infantil y educación literaria.
Santrock, John W. (2006, 10ª ed.). Psicología del desarrollo. El ciclo vital. Madrid: Mc Graw Hill.
Webs consultadas
http://helencooperbooks.co.uk/
https://www.goodreads.com/book/show/6355615-dog-biscuit
https://www.lovereading4kids.co.uk/book/3626/Dog-Biscuit-by-Helen-Cooper.html
http://www.canallector.com/9651/Galleta_para_perros
https://www.casadellibro.com/libro-galleta-para-perros/9788426137050/1230399
Perfecto, Atienza, un trabajo excelente.
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